jueves, 29 de octubre de 2020

COMENTARIO DE LEOPOLDO PULGAR SOBRE LA OBRA DE TEATRO DIGITAL "PADRES DE OCTUBRE"


CRITICA DEL PERIODISTA LEOPOLDO PULGAR IBARRA DE RADIO BIO-BIO.

Ella, mientras trabaja sus artesanías y realiza algunas labores de casa, mantiene una actitud rigurosa y respuestas definitivas frente a su ruptura, durante el extenso diálogo con su marido.

Él, en cambio, se esfuerza por mejorar ante la esposa su imagen venida a menos, jugando con el cinismo festivo, y exhibe su dependencia con una hija que no termina de pedirle cosas para comer.

La obra, escrita por Remigio Remedy, que protagoniza junto a Pamela Villalba y Cristián Aros, con la dirección de Claudio Pueller, tiene una particularidad que subraya su formato digital: utiliza el Zoom como medio para que sus personajes se relacionen, lo que subraya la sensación de confinamiento y deshumanización.

La obra cuenta con la composición musical de Sergio Cornejo, mientras que Sergio Sánchez es responsable del montaje audiovisual y la post producción.


Complejo y cotidiano

La irrupción de puntos de vista sobre la vida de la pareja se explica por el largo proceso de encierro que ha vivido: tanto verse y tratarse permitió que emergiera lo que cada uno realmente es.

En este infierno cotidiano nadie perdona las consecuencias del comportamiento del otro, en un juego de verdades-mentiras sobre la familia, percepciones e ideas sobre la sociedad y la vida, y la manera de ser asumido diariamente.

 A eso se agregan dos situaciones que son verdaderas heridas para ambos: el hijo que se comunica con grabaciones desde la calle donde lucha por una sociedad más justa, y una hija que vive la fantasía que le aporta su obsesión por los videojuegos y que le habla al papá por guasap.

 Sin embargo, el director Claudio Pueller, junto con promover un diálogo intenso y natural, dota de una carga sencilla y atractiva de vitalidad y sentido a esta compleja y cotidiana exposición de sentires y conductas.

Para lograrlo recurre a un lenguaje audiovisual que recorre los espacios donde la pareja se encuentra; también, a la voz del actor Cristián Aros para un contacto telefónico que provoca celos y recelos; y utiiza a menudo una suerte de interferencia en la conexión digital que perfila un signo extraño y vibrante.

 

Trizaduras irreparables

Una arista importante de la obra, que excede lo familiar, se relaciona con la posición frente a los conflictos del país, ya que mientras ella defiende las movilizaciones, él ha renunciado a los ideales sociales que antes sostuvo.

Es relevante porque el tema afecta lo personal: la nueva forma de pensar se percibe como una actitud que triza o destruye la admiración que se siente por el otro.

Lo mismo ocurre cuando se alude a la falta de contacto humano y real, reemplazado por el aprecio excluyente a la globalización y al ciberespacio, o al deterioro del amor como elemento fundamental en los proyectos comunes.

El tema sexual también es motivo de pelea, y aunque hay pausas afectivas cuando se rememora el día en que se conocieron, ambos deberán optar entre conciencia versus producción como motor de la vida, lo que -en síntesis- separa a esta pareja… certezas que, obviamente, se pueden convertir en humo.




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